No creo en nada ni en nadie

El hombre no admite que no sea el centro del Universo. El sentirse solo una arenecilla en este manto galactico le incomoda absolutamente.

Cuando una persona dice no creo en nada ni en nadie, esta mintiendo. En primer lugar, siempre estamos creyendo en algo, creo en lo que tiene vida, creo que alguna vez me va a tocar a mi, creo que yo puedo, creo en mi mismo. La lista es larga y sinfín.

No creo en Dios, por ahora, vamos a decir que soy ateo, porque solo define mi creencia religiosa como creer en un dios. Culturalmente estamos acostumbrados occidentalmente al menos de sentir culpa por renegar sobre la existencia de un dios. Aquí se va ofender Jehova, Yavet, Alá, Anasi, Ukko, Yue y tantos nombres que solo representa la fe del hombre en algo que existe en la mente de cada uno cultivado culturalmente por siglos, creyendo que es una verdad absoluta.

No creo en religiones pero tampoco en las ciencias porque sino estaríamos colaborando con la dicotomia cultural impuesta por fuerzas humanas manipuladoras que solo Dios sabe cuando se implementaron. Ambas son fuentes de conocimiento y no por eso le estaremos rindiendo culto. El milagro es la vida que hizo posible que estemos hoy acá. Eso no es poco, por el contrario, es todo.

En mi búsqueda de sacarme la culpa, indague por miles de lados para encontrar la respuesta y cuando la encontre me libero. Me quito la depresión. No fue un trabajo intelectual conciente, tampoco milagroso, fue un proceso de pensamiento donde descubrí o redescubri porque antes lo sabia pero no lo relacionaba y por eso no tenia el efecto hasta que le di el sentido correspondiente como el destrabe de un rompecabezas.